PASEO DE JUNIO de 2011: POR LAS DEHESAS DE QUINTANA, LLAMOSOS E IZANA

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SENDERISMO POR QUINTANA REDONDA

 

SENDERISMO POR LAS DEHESAS DE QUINTANA REDONDA, LOS LLAMOSOS E IZANA

 

 

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Salimos: El domingo 5 de junio, a las 9:00h, de la plaza de Quintana Redonda.

Regreso: Hacia las 14:00h en la misma plaza.

Itinerario: Dehesas de Quintana Redonda, Los Llamosos e Izana.

Qué veremos: Los colores de las Dehesas, Villa Tardorromana de Las Cuevas.

Distancia: 16 km aprox.                      Dificultad: Media-Baja.

 

Organizado por Severiano González. Nos guía Javi Valero y colaboran Alejandro Borque, Fernando Cabrerizo, David González, Carlos González y otros vecinos.

 

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Salimos de la plaza de Quintana Redonda con dirección al río. Pasamos el puente, a una joven chopera recién plantada, por el Molino Viejo, y nos vamos acercando a la entrada a la Dehesa.

Nos adentramos en ella y seguimos la senda que nos lleva junto al borde derecho de la misma, observando su muy variada vegetación.

 

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Al llegar sobre la mitad, empezamos a separarnos del borde, para ir viendo la parte baja, zona del Lagunazo, posiblemente ya escasa de agua. Predominan los espinos, así como las encinas en la parte alta.

 

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Enseguida llegamos a la Fuente de Los Barones, para salir de la Dehesa por la puerta de arriba. Seguimos el camino con dirección a Los Llamosos.

Tomamos la primera desviación del camino a la izquierda, para irnos acercándonos a la Dehesa de Los Llamosos. La cruzamos con cuidado, ya que tenemos zonas bastante húmedas, para salir por la puerta y llegar al pueblo de Los Llamosos.

Vamos subiendo hasta el frontón para salir por la parte alta del pueblo. Seguimos el Camino del Lomo Alto, que nos lleva a visitar el pequeño zoo que tiene un vecino del pueblo, y que nos enseña amablemente. Lo pasamos y vamos viendo pinares por la izquierda, alternándose con robles a la derecha, hasta encontrarnos con un camino a la izquierda, que va descendiendo y nos lleva hasta el cortafuegos, para salir a la carretera SO-100 (PK 12). Con precaución la cruzamos, así como la vía del ferrocarril, sobre el Puente de la Asomadilla, para adentrarnos en el Pastizal de Izana.

Procuramos bajarlo por el centro, para conseguir mejores vistas; y cruzamos otra alambrada por una puerta a nuestra izquierda.

Empezamos a descender y, acercándonos a la ladera izquierda de la finca, nos encontramos con la Fuente (ya sin agua), donde nos tomamos el bocadillo mientras disfrutamos de los montes de Izana (castro celtibérico) y la Sierra de Hinodejo.

 

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Reanudamos la marcha para salir del Pastizal e ir dando vista al pueblo de Izana por el Camino del Brinco hasta la carretera SO-P-4189 de Los Llamosos. La cruzamos y nos adentramos en la Dehesa por la izquierda (parte más alta), para evitar la humedad que podemos encontrarnos por su centro.

Salimos de ella por la carretera SO-P-4190 de Quintana, para entrar en el pueblo y visitar la iglesia.

 

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Vamos saliendo del pueblo por la izquierda, para encontrarnos en el camino de Los Prados, que irá bordeando el Cerro de la Laguna por la margen izquierda del arroyo, viendo su espesa y frondosa arboleda. Llegamos a un desvío del camino por la derecha, la entrada de la Dehesa de Las Cuevas y Villa Tardorromana, pero lo tomamos en sentido contrario, para ya irnos acercando a Quintana.

Pasado un pequeño alto, nos encontramos con un singular edificio de madera junto al Molino del Cubazo, en el río Izana.

Seguimos nuestro paseo dejando un paisaje rocoso a nuestra izquierda, para introducirnos entre campos de cereal y, al terminar éstos, nos encontramos una zona boscosa con una corta pero fuerte pendiente que subimos por el camino marcado para BTT, sin ninguna dificultad. Ya en lo alto, damos vista a la Fábrica de Harinas, o Molino de El Mosco.

 

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Lo pasamos sin molestar a sus propietarios por el camino del pinar. Vamos bordeando la finca del Palacio hasta salir a la carretera y, ya siguiéndola, cruzamos nuevamente el río para pasar junto a la Fuente de los Enamorados y llegar nuevamente a la plaza donde iniciamos el paseo.

Aquí, aunque algo cansados, nos despedimos hasta el próximo paseo, nocturno.

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